MINERÍA INFORMAL. CASO HUAYPETUHE

(LAVADEROS DE ORO EN MADRE DE DIOS)


MINERÍA INFORMAL

En el Perú, la actividad minera informal se desarrolla principalmente en cuatro zonas: Madre de Dios, Puno, Ica-Arequipa y La Libertad. El crecimiento de esta actividad en las zonas mencionadas ha desplazado a otras actividades como la agricultura o el pastoreo.

Esta actividad es fuente generadora de contaminación ambiental, además de ser la fuente de actividades ilícitas como lavado de dinero proveniente del narcotráfico, tráfico ilegal de insumos químicos y explosivos, entre otras actividades económicas ilícitas.
Uno de los pocos beneficios de esta actividad ilegal, tal vez sea el hecho de que algunas personas han encontrado en la minería informal y actividades relacionadas, su fuente de ingresos y sustento de sus respectivas familias.

ANTECEDENTES
La historia de los lavaderos de oro de Huaypetuhe se inicia en la década del 70, cuando la actividad aurífera comenzó a tomar auge en diferentes zonas del Departamento de Madre de Dios como: Laberinto, Malinoski, Río Inambari, Boca Colorado, San Juan Puquiri, Huaypetuhe y sus alrededores, atrayendo a muchos pobladores provenientes de las regiones andinas como Cusco, Puno, Apurímac y otros departamento del Perú.

Años más tarde, en agosto de 1991, una noticia de gran impacto dio la vuelta al mundo, dando cuenta del hallazgo de más de 60 fosas comunes en la zona de los lavaderos de oro de Madre de Dios. Los cadáveres correspondían a niños y adolescentes.

Se indica que en aquella oportunidad, los menores enterrados clandestinamente murieron por accidentes propios de la actividad minera y, por causa de enfermedades como el tétano, la tuberculosis, fiebre amarilla, infecciones diversas, etc. También se denunciaba supuestos asesinatos por parte de empleadores, cuando los chicos pretendían huir de los lavaderos o que protestaron cuando la cantidad que les pagaban no era lo que les habían ofrecido inicialmente.

SITUACIÓN ACTUAL
En Huaypetuhe, se calcula que la población minera es de un aproximado de 23 mil personas, entre las cuales se puede precisar que un número importante pero indeterminado son niños, adolescentes y mujeres.

Poblaciones enteras como Huaypetuhe, Nueva, Laberinto, están conformados por gente migrante de Puno (la mayor parte), Cusco, Apurímac, Arequipa y Nativos. Unas 1,200 son mujeres, quienes desempeñan labores domésticas como el preparado de alimentos y lavado de ropa, o como anfitrionas en los numerosos bares y discotecas, también son iniciadas en la prostitución antes de cumplir la mayoría de edad.

Toda esta gente vive directa e indirectamente relacionados a la actividad minera, tanto en la extracción, acarreo y procesamiento del oro.

En las poblaciones de Caychihue y Huaypetuhe se realiza la extracción de oro utilizando volquetes, montacargas, retro-excavadoras, cargadores frontales y motobombas, por tanto se habla de una actividad que mueve capitales económicos importantes. Existen unos 800 denuncios mineros y operan alrededor de 1,800 máquinas, habiéndose detectado que una sola persona posee hasta 12 máquinas de su propiedad.

Las faenas se realizan al margen de la Ley y, prefieren menores de edad porque están excluidos de todo beneficio legal. El enganche de trabajadores se efectúa mediante agencias de empleo informales. La duración de estas labores, son de aproximadamente por trabajos de de 90 días.

En caso de fuga, según numerosas denuncias, los menores son recuperados por la fuerza. Cuando hay intento de robo sufren castigos y maltratos inhumanos. Los trabajos son de carácter informal. Trabajan en dos y hasta en tres turnos. El salario promedio es de S/.300 nuevos soles, solo los maquinistas ganan S/.1,500 soles mensuales.

Los que trabajan por su cuenta y riesgo agrupados de dos a tres personas llegan a obtener en un día de trabajo de 1 a 2 gramos de oro. El gramo de oro fluctúa entre 24 y 26 nuevos soles.

Foto: Vista aérea de la actividad minera informal en Huaypetuhe.

Fuente: travel.mongabay.com/pix/peru/aerial-rainfores...